Friday, April 19, 2013

Para cortarle alas al golpismo hay que salir del extractivismo


Para cortarle alas al golpismo hay que salir del extractivismo
Raúl Zibechi
E
sta semana quedó en evidencia la estrategia de la tensión y el caos que promueven las agencias estadunidenses para desestabilizar gobiernos. Si tomamos en cuenta las experiencias más recientes, incluyendo laprimavera árabe, podemos concluir que los golpes de Estado son apenas uno de varios caminos posibles para desalojar gobiernos molestos. Ni el Pentágono ni la Casa Blanca apuestan por una sola estrategia para conseguir sus fines, sino que ponen en marcha un abanico de acciones convergentes y complementarias.
La crisis económica global y la necesaria contención de los gastos militares (al parecer el Comando Sur vio su presupuesto reducido en 26 por ciento, pero puede haber partidas ocultas) otorgan prioridad al poder suave, o sea mecanismos no tan ostensibles como los tanques y los bombardeos de palacios de gobierno. Los medios de comunicación, la acción legal y la semilegal, incluyendo las masas en las calles, que siempre sirven para legitimar proyectos innombrables, son algunas de las herramientas en uso.
En el caso de Venezuela y la escalada desestabilizadora que se escenificó horas después de la publicación de los resultados electorales, emergen un conjunto de mensajes que el tiempo permitirá develar completamente, pero que muestran la aparición de nuevas y más refinadas estrategias. Para mostrar no sólo los aspectos negativos de la coyuntura, habría que mencionar que la casi unanimidad de los miembros de la Unasur mostraron su apoyo a Nicolás Maduro, incluyendo un rápido reconocimiento por parte del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
Sólo el Paraguay de Federico Franco, a quien le queda poco tiempo en el cargo, se alineó con Estados Unidos en la región sudamericana. Esto es relevante porque muestra el aislamiento de Washington y la creciente autonomización de gobiernos como el de Colombia. Parece evidente que la estrategia desestabilizadora no conviene a nadie en esta parte del mundo, muy en particular a un gobierno que busca la paz con la guerrilla con la oposición del mejor aliado del guerrerista George W. Bush, el ex presidente Álvaro Uribe.
La consolidación de las instituciones y alianzas regionales, tanto la Unasur como el Mercosur, está mostrando ser una eficaz barrera contra la injerencia del norte en la región sudamericana. Sin embargo, así como constatamos que algunos gobiernos no siguen mecánicamente la política de Estados Unidos (Ollanta Humala y Sebastián Piñera tampoco se sumaron a Washington), es muy probable que estemos ante una relativa autonomización de las derechas de esos mismos centros de poder.
Quiero decir que las derechas hacen sus propias lecturas de la realidad global y hacen también su propio juego. Sobre todo cuando las tendencias hacia un mundo multipolar se intensifican. Cinco de las 10 principales economías del mundo ya no utilizan el dólar en sus intercambios con China ( Russia Today, 14 de abril de 2013). Entre ellas, Rusia, India y Brasil, pero también Japón, importante aliado de Estados Unidos. Australia, otra aliada de Washington, es el último país en dejar de lado el dólar en su comercio con China. India y Japón también comenzaron a efectuar transacciones en sus respectivas monedas nacionales.
La nueva realidad global golpea de tal modo al centro imperial que hasta sus gastos militares cayeron, por primera vez en 20 años. Estados Unidos tiene una participación menor a 40 por ciento de los gastos militares globales, que sólo en 2012 cayeron 6 por ciento, en tanto el gasto militar de los miembros de la OTAN en Europa se contrajo 10 por ciento (SIPRI, 15 de abril de 2013). En contraste, los gastos militares de los emergentes crecen de modo continuo, aunque están muy lejos del presupuesto de defensa del Pentágono.
Sin embargo, operan otras fuerzas menos visibles pero tan o más desestabilizadoras que las que conocemos de larga data. Me refiero al modelo extractivo o extractivismo. Con el modelo extractivo de megaminería y agronegocios no se puede profundizar la democracia, asegura Diego Montón, miembro de la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Mendoza (Argentina) y nuevo coordinador continental de la CLOC-Vía Campesina ( Página 12, 17 de abril de 2013).
El extractivismo es mucho más que un modelo productivo y de acumulación de capital. En rigor, forma parte del complejo especulativo-financiero que hoy domina el mundo. En nuestros países tiene efectos depredadores: está creando un nuevo bloque de poder, corruptor políticamente, polarizador y excluyente socialmente y depredador del medio ambiente.
En lo político, el modelo extractivo necesita un conjunto de gestores que alimenta con sus inmensas ganancias (soya, minería a cielo abierto y varios monocultivos), que velan por sus intereses (universidades, gobiernos nacionales o locales, medios e intelectuales). Exagerando apenas, el extractivismo juega un papel desintegrador similar al del narcotráfico, porque destruye el tejido social, expulsa a los campesinos de sus tierras, infla ciudades hasta límites insoportables y mata a la gente, en particular a los más pobres, que no tienen acceso a un sistema sanitario de calidad.
En todos los países de nuestra región, paraísos extractivos del capital especulativo global o de los intereses expansionistas de países emergentes como China, una larga década de extractivismo no ha hecho sino fortalecer a las derechas. No me refiero sólo a los partidos o políticos conservadores, sino a una derecha difusa, social y cultural, que promueve el individualismo, un consumismo atroz y depredador de los vínculos sociales, comportamientos casi fascistas hacia los pobres, o sea contra los jóvenes de las barriadas populares, en particular las gentes del color de la tierra.
Denunciar el golpismo es imprescindible. Defenderse del Pentágono es urgente. Incrementar la militancia es clave (no sólo las declaraciones y los desplegados). Pero el modelo extractivo sigue criando y creando camadas de jóvenes conservadores que buscan líderes ultraderechistas.

Wednesday, April 17, 2013

Evo Morales: prepara EU golpe de Estado en Venezuela; deplora petición de recontar votos


No tenemos por qué dudar de la victoria de Maduro, dice el presidente de Ecuador, Rafael Correa
Evo Morales: prepara EU golpe de Estado en Venezuela; deplora petición de recontar votos
La OEA afirma que respeta la decisión de las autoridades electorales; Brasil exhorta a la moderación
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Simpatizantes del presidente electo de Venezuela, Nicolás Maduro, le demuestran su apoyo, ayer, durante la inauguración del Hospital del Sur Cipriano Castro, en la ciudad der Maracay, estado de Aragua. La imagen fue cedida por el comando de campaña Hugo ChávezFoto Xinhua
Afp, Dpa, Pl y Notimex
 
Periódico La Jornada
Miércoles 17 de abril de 2013, p. 39
La Paz, 16 de abril.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció este martes que Estados Unidos está preparando un golpe de Estado en Venezuela, al considerar que esto queda en evidencia por sus cuestionamientos a las elecciones del domingo en ese país y pedir que se realice una auditoría tras el ajustado resultado que dio la victoria a Nicolás Maduro.
Morales deploró las declaraciones del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, quien planteó un recuento de los votos al hacerse eco de los reclamos del candidato perdedor Henrique Capriles ante lo apretado de la victoria del abanderado chavista.
Estoy convencido de que detrás de esas declaraciones, Estados Unidos está preparando un golpe de Estado en Venezuela, afirmó. Pero aseguró quetodos vamos a defender al pueblo venezolano y al compañero Madurofrente a la provocación y agresión, ante una estrategia que busca “confrontar al pueblo para que luego vengan loscascos azules de la ONU (Organización de Naciones Unidas) o fuerzas de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico NOrte)”.
Aseveró que ante la intromisión abierta en la democracia venezolanani este portavoz ni el gobierno de Estados Unidos tienen la autoridad moral para cuestionar los resultados electorales en ningún país.
El vicecanciller ecuatoriano, Marco Albuja, instó en Quito a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) a no tolerar un golpe de Estado en Venezuela. El presidente Rafael Correa aseveró: no tenemos por qué dudar de la victoria de Maduro.
Estados Unidos dijo no entender la premura con que fue proclamado oficialmente Maduro, al insistir en su reclamo de una auditoría prudente y necesaria, según el Departamento de Estado. Sostuvo que han tenido suspreocupaciones, igual que la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, expresó suprofunda preocupación por loscondenables hechos de violencia en Venezuela. Luego de su apoyo el lunes al recuento de votos, Insulza dijo ahora que respeta las decisiones adoptadas por la autoridad electoral.
Brasil lamentó la violencia en Venezuela y llamó a la moderaciónen bien de la estabilidad.
La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner confirmó que asistirá a la toma de posesión de Maduro como presidente de Venezuela y le pidió a Estados Unidos que reconozca la victoria del mandatario electo.